La adquisición de lenguaje es un proceso que se da durante los primeros 5 años de vida, sin embargo, ¿Para qué nos sirve el lenguaje? si no sabemos cuándo hablar, de qué, donde, cómo hacerlo, etc. A esto se le llamamos competencia lingüística.
La competencia lingüística se desarrolla
desde que el niño ha pasado por las etapas de adquisición del lenguaje y se
perfecciona durante toda nuestra vida.
Es importante que fomentemos esta habilidad
desde pequeños a nuestros hijos ya que el lenguaje es la herramienta con la
cual interactuamos con todos los que nos rodean, nos permite socializar,
negociar, la construcción y comunicación del conocimiento, organización y
autorregulación del pensamiento, las emociones y la conducta.
Para ello hay que adquirir y
perfeccionar habilidades como:
El punto clave para desarrollar la competencia lingüística, como en todo aprendizaje, es la motivación, hacer notar al menor la importancia de saberse comunicar (y resolver con esa comunicación) adecuadamente en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve.
El papel de la escuela en el
proceso de las competencias lingüísticas
“Un modelo de aprendizaje de la lengua”
En la escuela, el
docente necesita que el niño o niña pueda utilizar el lenguaje de manera
determinada para aprender, pero en las salas se enfrenta a una diversidad de
códigos no lingüísticos y/o lingüísticos ya constituidos como lenguaje
familiar, que en las primeras secciones se manifiesta con predominio de gestos
o vocabulario muy limitado al nombrar utensilios personales, prendas de vestir
o partes del cuerpo y que refleja un circuito social muy estrecho, íntimo.
La escuela, es una institución social donde la interdependencia de sus miembros en torno a la búsqueda de significados se ve influenciada por el contexto, los contactos, las experiencias compartidas, de tal forma que las modificaciones personales pueden determinar transformaciones en los demás miembros del grupo.
